El Fantasma de Canterville (1887) es una de las obras más entrañables de Oscar Wilde, escritor  mordaz e ingenioso del romanticismo inglés, con altas dosis de humor negro y crítica social.

 

Retrato incisivo de la sociedad puritana e hipócrita de la época victoriana, comparando el materialismo americano (familia Otis) con los aristocráticos y encorsetados ingleses.

 

El Fantasma, Sir Simon de Cantervile, se siente vilipendiado e incomprendido. Sólo quiere ejercer de tal y hacer su trabajo, lo que le convierte en un personaje entrañable rodeado de un halo de tristeza, pues sabiéndose vencido por la incredulidad, falta de respeto e indiferencia, decide, enarbolando la bandera del amor en la figura de Virginia, abandonar un mundo donde ya no tiene razón de ser.

 

El amor en su faceta más desinteresada y altruista

 

Con un Fantasma que habla en verso,